Los créditoa sociales merecen mejor manejo

El dinero fue introducido en la vida social de la humanidad, para facilitar y posibilitar los intercambios sociales de tipo múltiple, de tipo multilateral, y también para facilitar el manejo y la valoración de los créditos sociales de cada quién…

Ello por cierto representó un avance muy importante en el marco de las propias relaciones sociales, ya que con toda evidencia anteriormente los intercambios sociales eran casi todos ellos de tipo bilateral, eran casi todos ellos de tipo trueque, puesto que por lo general era sólo una gran casualidad que varias voluntades coincidieran en el espacio y en el tiempo, en el sentido de concretar un intercambio social de tipo circular entre tres o más voluntades…

Además, el uso del dinero permitió y dio sentido a la acumulación de créditos sociales, y según los casos dicha acumulación fue más o menos incipiente y errática, o más o menos consolidada, sistemática, y amplia, y precisamente fue de esta manera que se viabilizó y que se concretó la progresiva y primitiva formación de los capitales… así como la posterior aparición e iniciación del capitalismo en el siglo XVIII…

Véase que en una cultura de trueque, ciertamente no tiene mucho sentido impulsar la elaboración de productos destinados al intercambio más allá de permitir cubrir las necesidades de trueque más inmediatas, puesto que el deterioro y/o la descomposición de los productos, así como las dificultades propias del almacenamiento y de la guarda de los mismos, de hecho desalientan los procesos de acumulación y acopio…

La gran limitante del trueque no solamente consistía ella en dificultar los intercambios sociales multilaterales, sino que también ella residía en temporizar la conveniencia de dichos intercambios sociales… puesto que ciertamente las cosas recibidas podían ser ellas perecederas… o en el mejor de los casos podían sufrir ellas grandes procesos de desgaste… y/o podían ser ellas de difícil y de molesto acarreo o transporte… y/o podían ser ellas de guarda complicada y problemática… etcétera…

En una economía de trueque, los actores sociales por cierto no tienen ellos verdadero interés en producir para el intercambio social más allá de lo necesario para poder cubrir las necesidades de consumo y de trueque más inmediatas, puesto que si ellos aplican otro criterio, puesto que si ellos privilegian otros enfoques, con los excedentes a lo sumo ellos podrían obtener a cambio bienes y servicios que no necesitan a corto plazo, lo que de una manera o de otra provoca que se termina perdiendo o mal utilizando dichos bienes y dichos servicios…

Muy otra es la situación en el caso de una economía dineraria, ya que la existencia del dinero precisamente hace que tenga algún sentido el acopio de riqueza, o sea que tenga algún sentido la acumulación de los créditos sociales, tanto por períodos de tiempo más o menos extendidos, como en volumen o monto que tenga cierta consideración…

Y precisamente es este detalle… lo que ciertamente impulsa a algunos actores sociales a producir en demasía, a producir mucho más de lo que realmente necesitan y pueden consumir… lo que por cierto es sumamente y altamente positivo… puesto que ello permite el conveniente e inmediato abastecimiento de otros actores sociales que por distintas razones en ese momento no producen lo suficiente… y puesto que ello también permite y facilita el abastecimiento de los mercados con nuevas y variadas ofertas… con nuevos productos y con nuevos servicios que antes no existían…

Ciertamente, la acumulación en demasía de recursos dinerarios en pocas manos, de hecho produce una concentración de poder que puede llegar a producir resentimientos sociales y/o inconvenientes de diversa índole… pero esto es algo que las estructuras sociales fuertes y muy bien organizadas pueden llegar a manejar adecuadamente… especialmente a partir del momento en que los recursos dinerarios en todo el mundo sean todos ellos virtuales y nominativos… sean todos ellos telemáticos y escriturales y autoexplicativos de transacciones… ya que esta nueva y original instrumentación del dinero evidentemente permitirá establecer controles y contribuciones obligatorias que hoy día son imposibles…