miércoles, 14 de enero de 2009

Entrevista: Empleo, desempleo, y políticas sociales


RESUMEN – Este documento (este escrito) tiene por finalidad principal presentar algunas breves reflexiones sobre el tipo de ayuda que es conveniente brindar a los desocupados en la búsqueda de un nuevo empleo. Sin duda la desocupación es un problema de nuestro tiempo, y sin duda que la propia sociedad es la que debe contribuir a resolverlo, pues las personas afectadas (pues los desocupados) parecen tener grandes dificultades para insertarse en una nueva ocupación, a pesar de los esfuerzos que indudablemente muchos de ellos hacen a nivel individual. El trabajo asalariado o remunerado de alguna forma, es necesario pues así cada cual podrá generar los ingresos para cubrir sus propias necesidades, pero además el tener trabajo dignifica a la persona.

SOBRE LAS POLÍTICAS SOCIALES ACTIVAS Y PASIVAS

Periodista – Damos término en este momento a esta pausa comercial, para reiniciar nuestra tertulia con nuestros dos invitados del día de hoy. El tema a desarrollar en esta oportunidad es el trabajo y el empleo. Por favor, respondan ustedes: ¿Qué opinión tienen en lo que concierne a las políticas sociales respecto del empleo? ¿Qué opinión tienen respecto del seguro de paro?

Entrevistado 1 – Bien, es indudable que un trabajador que pierde su empleo, especialmente si es jefe de familia, necesariamente debería ser apoyado de alguna forma por alguien, eventualmente por la sociedad en su conjunto, eventualmente por el Estado, eventualmente por una ONG, eventualmente por familiares, eventualmente por la propia empresa que antes le empleaba.

En lo que concierne a este asunto, podemos distinguir entre las políticas sociales activas y las políticas sociales pasivas.

Las políticas sociales pasivas consisten simplemente en dar un apoyo económico al trabajador que pierde su empleo, a través de una indemnización por despido que debe pagar la empresa, a través de algún seguro nacional de paro, a través de algún aporte financiero más o menos puntual, etcétera, etcétera, dejando que el propio trabajador se encargue de resolver su propia situación personal (es decir que con esta política, se espera que el propio trabajador sea quien busque un nuevo trabajo, sin ningún tipo de apoyo institucional especial o de orientación especial por parte de nadie).

En nuestra opinión, las políticas sociales pasivas son insostenibles en el tiempo, dada la actual realidad económica, tecnológica, y social a la que nos enfrentamos (especialmente en América Latina). En la época presente, los cambios y las innovaciones tecnológicas se suceden cada vez con mayor rapidez. No es posible ni oponerse ni retardar estos cambios y estas innovaciones, debido a la pérdida de competitividad y de eficiencia que ello trae aparejado, y una consecuencia casi inevitable de esta situación, es la reducción de la plantilla laboral de las empresas afectadas (al menos en los casos en los que la producción no crezca en forma considerable).

Podemos concluir entonces en líneas generales, que los trabajadores cada vez en mayor proporción deberán cambiar de tipo de actividad, y que como consecuencia de ello, deberán recapacitarse y/o necesitarán créditos, para por ejemplo poder instalarse por cuenta propia, para por ejemplo poder convertirse en trabajadores autónomos.

Las políticas sociales activas son pues las que incluyen y se preocupan por la formación continua (y permanente) de los trabajadores, por la recapacitación de los desocupados, y también por las fuentes de financiamiento para la creación de nuevos empleos.

Sin duda, las políticas sociales pasivas en cuanto al trabajo son insostenibles en el tiempo, pues si la desocupación aumenta (si el número de desocupados aumenta, si aumenta el tiempo promedio en el que un trabajador permanece forzadamente inactivo), entonces, de una forma o de otra los seguros de paro no podrán financiarse, y muchas empresas terminarán por no cumplir con sus obligaciones ni frente a los trabajadores ni frente a los despedidos, simplemente porque dichas empresas quedarán fundidas, y entraran en quiebra o en concordato.

Los empresarios, los trabajadores, los dirigentes sindicales, los políticos, y la sociedad en su conjunto, deben comprender esta realidad de nuestro tiempo, y deben adecuar su comportamiento a la misma.

Periodista – Por razones de programación, en este momento debemos hacer una pausa, para así poder cumplir con algunos de nuestros compromisos comerciales, y también para escuchar nuestro boletín de noticias. Pedimos disculpas a nuestros oyentes por esta interrupción, que ciertamente y en alguna medida deja trunco el desarrollo del tema que estábamos tratando. Dentro de unos minutos retornaremos con otros interesantes enfoques.

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